22 de noviembre de 2010

I want and need your smile

He de decir y reconocer que me has dado gran parte de la fuerza y motivación para sentir que puedo hacer todo lo que he consegido y que puedo conseguir todo por lo que lucho. Y a pesar de que en más de una ocasión por tu falta de sensibilidad o empatía me hundí pensado que no podía e incluso que me faltaban las capacidades necesarias, tú me has mostrado que puedo.

Pero si alguna vez no me dices te quiero o no recibo abrazos y el cuidado que merezco todo lo que siento por ti no tendrá lógica y pensaré quizás paranoicamente que no me quieres a tu lado, resultando ridículo intentar llamar a cada instante tu atención. Además sentiré soledad cada noche que no te haya dado los mil besos de cada día.

Puede que me hagas daño frecuentemente y tu ni siquiera sabes como, de tal modo tampoco verás ni sentirás estas palabras en mi mirada. Tu indiferencia es dolorosa para mi.. ¿¿porqué me mantienes a tu lado así?? ¿¿Porqué me haces daño si dices que me quieres?? No lo entiendo, me rompes y me sellas una y otra vez.
¿¿Cuál es la locura que me depara esta vez el destino??

6 de noviembre de 2010

Musicalmente hablando y sin perjuicios literarios

En el universo de los sueños renacía una y otra vez la música, los dioses reinventaban los acordes y no sabían si realmente existirían en el futuro. Ellos dudaban de la veracidad de los arpegios pero al fin y al cabo y sin más engaños metafóricos estarían hablando de un destino de amor.

La Flor deshidratada no recordaba los colores, vivía en una oscuridad fría y se preguntaba si recordaría cuales eran sus tonos dramáticamente mágicos. A pesar de ser hermosa y dueña del Cariño, dudaba de amar o de si amaría al hombre otra vez. Todo venía marcado por su aspecto actual, ya que si su belleza no era la óptima era por el último Jardinero de Luz que juró cuidarla con agua, amor y luz de Sol. Después de ir perdiendo color y volverse gris empezó a enfriar su cáliz, paralizando la música y viviendo en sueños de sonrisas; con el tiempo recuperó la consciencia intentando volver a ser Reina del Cariño, pero no sería tarea fácil.

En la transición empezó a dudar de sus sentimientos, no sabría si eran reales, volvía a ser bella, a mirar al Sol y a dejar que la lluvia le devolviera los tonos perdidos de felicidad. Los Jardineros de Luz la cuidaban de bichos y la protegían de cualquier daño circunstancial pero había uno especial.


Ese Jardinero de Luz jugaba con las melodías de la Luna, pese a su aspecto de insensible denotaba interés por la pequeña Flor del Cariño acercándose a su aspecto diferente. Las dudas la inundaban de espinas creyendo por momentos ser su compañera pero, ¿quién pondría la mano en el Sol diciendo que ella querría a ese Jardinero de Luz?.

Temía más que nunca jurar amor eterno, le asustaba prometer guardar para siempre ese lazo. Sabía que su destino era amar y vivir en la Luna con su Jardinero de Luz hasta la eternidad, sabía que podría pero no quien sería su compañero de viaje estelar. Jamás se perdonaría la pequeña Flor del Cariño equivocarse, prometer y fallar como habían hecho con sus vulnerables sentimientos, otra vez.


For you CandyBoy.