17 de abril de 2010

¿Pórque seguir?¿Pórque esperar a sufrir?


¿No has tenido ya bastante?, ¿Acaso no sabes que el amor te hará daño? Pensar en que sufriras no es bueno, porque el miedo no te dejará llegar a sentir... no dejará que suceda lo que tiene que suceder... Lo más seguro es que no se creen los sentimientos. Tus miedos llenarán de miedos a la otra persona. Pero...¿y si con esos miedos te salvas del dolor? ¿Eres capaz de no sufrir porque se acabe, eres fuerte y no sufriras, pórque lo has hecho?

Cada vez que empieza algo nuevo pasa lo mismo; no sabes si lo quieres, no sabes que esperar; pero tienes la ilusión de que sea perfecto, de que seas feliz... de que todo te encante y le encante sin encontrar defectos. Pero en realidad no será así, algo no te gustará, encontrarás algo que te quite las ganas de todo ¿soy negativa?. No lo creo, es la realidad. Lo que tines que pensar es que un pequeño fallo no te tiene que importar, lo importante es el amor recíproco, las cosas buenas deben estar por encima de las malas. Ovbiamente si lo malo predomina solo lo bueno es mejor acabar con todo; si las cosas buenas te hacen feliz y lo malo no te amarga los pequeños fallos se deben pasar por alto.

¿Qué es lo que cabe esperar de algo que empieza? Es mejor no esperar nada... y simplemente vivir... sentir... Y pensar después. ¿Qué más da si sale mal? No te vas a morir...Vívelo ahora, ya verás después que haces. Se feliz en el momento (Carpe Diem)y no cuentes las cosas como una sola, ya sabes que hay más... muchas más, esas pequeñitas a las que no prestamos atención.

¿Qué soy?, ¿Qué pienso? y ¿Qué siento?

A veces no se que soy, soy un ser humano... soy una persona, pero eso no me vale... ¿Qué soy? o ¿Cómo soy?... ¿Pórque estoy aquí?... ¿Cuál es mi función?(Típicas preguntas, supongo). No lo se, pero... realmente eso es importante para mi. Últimamente me hago muchas preguntas. Ahora soy feliz, estoy tranquila y creo que segura de mi misma, pero no encuentro respuestas a que debo hacer o más bien a que hago. Lo que tampoco encuentro son motivos... pero lo único que se es que quiero vivir, y cuando digo vivir es a hacer cosas.

Lo que también me planteo son mis pensamientos, sobre todos los temas, pongo en duda to lo que creía que me caracterizaba, pongo en duda todo lo que pienso que soy.

Además, lo que considero indispensable saber es que siento. ¿Tengo sentimientos?. Plantearme esto me hace pensar que el plantearlo ya marca que no es algo bueno, que no tengo sentimientos. ¿Qué siento por la gente que me rodea?, ¿Quiero o no quiero?, ¿Cuando sabré y estaré segura de que lo que siento es sentir o tener sentimientos? También pienso si seré una persona fría, calculadora. Soy analítica y observadora, puede que sea manipuladora.

La verdad es que no lo se, y tampoco se pórque. No entiendo porque me planteo esto, porque tantas dudas ni porque lo hago. Tener tantas preguntas a las que debería tener respuestas te hace tener mas dudas. Pero supongo que plantearse tantas cosas es bueno. De vez en cuando es bueno pararse a reflexionar y pensar sobre uno mismo, seguro te encuentras cosas en las que no habías parado a pensar sobre ti y tus acciones...y seguro que te pueden ayudar a cambiar cosas que no estas bien.

Todas las preguntas tienen respuestas y la solución es saber donde buscarlas.

Felices interrogantes.

16 de abril de 2010

Paseo al Fin del Mundo

16 de septiembre del 2007 , 12h40UX7122 28a:

Nunca me había podido imaginar, lo que un ser humano podría llegar a sentir. Pero aquel 16 de septiembre lo descubrí, aquel día me acordé de todos los que me habían dicho adiós, en un solo segundo aparecieron todos por mi cabeza, me acordé de todo lo que estaba dejando atrás y en especial de aquella carita asustada y entristecida que aunque ella no lo decía, sus ojos me pedían que no me fuera.

Toda una vida juntas, como uña y carne, como hermanas, como zipi y zape con nuestras trastadas, con nuestras aventuras de un lado para el otro... simpre juntas. Y ahora cuando ella más me necesitaba tenía que irme de su vida y dejarla sola... luchando contra su infierno. El miedo por el cual sufría era el temor que sentía al pensar que esa niña, se sentiría sola, incapaz de seguir.

Otra de las cosas que me hacían sufrir era él, durante las últimas semanas, antes de mi partida, habíamos creado un fuerte lazo... que nos unia como pareja. Fuimos felices en aquellos últimos días de verano, recorriendo juntos lugares maravillosos llenos de felicidad, creando recuerdos de alegría, amándonos uno al otro e intentando no pensar que tarde o temprano nos tendríamos que separar.

Aquel 16 de septiembre sentada en la butaca del avión, sentía como una parte de mi no quería volar, pero tenía que hacerlo... para mis padres era la única solución y yo accedí por ellos. Notaba como poco a poco mi corazón se desgarraba, como quedaba sin vida, sin sueños y sin corazón.

Fue entonces cuando comprendí que el corazón de una persona está y debe seguir unido a sus seres queridos y a su pequeño mundo, y que solo se puede separar de ellos cuando crea que debe hacerlo o se vea capaz de poderlo hacer. Sino jamás lo deberá alejar de lo que más quiere o sufrirá hasta amargarse por completo.

Al día siguiente depués de salir de un pozo oscuro lleno de lágrimas, hundida en la amargura alzé la vista para ver mi nuevo hogar... allí me encontré perdida, rodeada de calles extrañas en una isla, de la que para mí me era imposible salir y en la que no tenía nadie con el que hablar, ya que eran todos desconocidos. No encontraba ninguna luz a la que seguir para salir de aquella horrible depresión, la cual me hundía más en aquel pozo de lágrimas... ya no podía ni respirar; pero debía salir, tenía que ser fuerte, ¿¡De dónde sacaría las fuerzas!?... desde lo lejos me llegaban animos, pero lo que necesitaba eran abrazos y besos... y solo me alegraba la idea de volver, dejar aquello en lo que para mí no encajaba y seguir como si nada hubiera pasado.

Aquellos días aquel sentimiento me ahogaba, no me dejaba vivir, me hundía en la miseria y no podía seguir, no podía luchar... solo deseaba dormir, el dolor de cabeza era insoportable... como si me la aplastaran 50 gigantes. Estaba muy cansada, los ojos se me llenaban de lágrimas a cada instante, solo podía hacer lo que deseaba, llorar.

Solo una cosa, una única cosa me hacía seguir a delante; la voz de mis amigos, la de mi familia y la de él, aquellos a los que quería y quiero, aquellos por los que sigo viva. Y ahora sé que siempre estarán ahí y los volveré a ver, pero mientras seguiré con el corazón vacío y solo, ya que me falta algo; y ese es mi mundo, con su gente y sus cosas.

16 años.