Cuando la tristeza vuelve, se abre una puerta que se cierra
detrás de ti. Pero ya no hay miedo en esa oscuridad que llega y bloquea tus ojos. No tengas
miedo niña, tú solo sabes luchar, con oscuridad o no, seguirás siendo la guerrera
que concibió tu corazón.
No permanecen las lágrimas en ese mundo frío que se congela allá
a donde vas.
Ya no hay palabras sino cuerdas en tu cuello, sin voz sin
emociones todo se vuelve gris. El calor en tus mejillas parece darte una vida
algún día con nubes, entonces respiras por un segundo para tomar fuerza y vivir un día
más obrando gestas que te hacen leyenda en una vida sin fundamento.
Y que bueno sería verte sonreír otra vez sin máscaras ni
armaduras. Tan difícil será salir otra vez, hielo y oscuridad, irónico poder
sentirte feliz así, ¿verdad?
Yo puedo, aún no he muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario