Todo era más fácil cuando estabas cerca. Así es como te adentras en mi mente cada vez que me alejo, y no hay nada que no haya vivido contigo que no fuera un buen momento. No hay ningún instante en el que no lo hicieras perfecto.
Vuelves, y recorres mi cuerpo como un fuego que quema y no te alejo, aún estás, sigues ahí, vivo o muerto.
Toda tu piel sigue en mis recuerdos, cada centímetro, cada diseño.. los recuerdo. Me muero porque sí que he olvidado el sonido de tu risa y la calidez de tus susurros. ¿Por qué recuerdo el color de tu piel y no el sonido de tus palabras? El calor de tu cuerpo, pero no tu voz llamándome..., ya no. No desde la última vez...No, desde que me obligo a no escribir más. No, porque ya no recuerdo por qué te fuiste.
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