23 de diciembre de 2019

Ineluctable.

Una vez, conocí el amor, me gustó tanto ser parte de ese sentimiento que cuando se acabó me negué a destruirlo. Guardé ese tesoro como parte de mí, lo protegeré hasta mi muerte por los dos, lo llevaré colgado en mi respiración. Cada vez que el mundo se calla veo de nuevo su cara, como una sombra que me persigue. Ya no puedo tocarle pero le siento cerca, siempre en mí como un pesar... un espejismo de lo que fue conmigo, una reminiscencia de cada acto, cada valor, cada sonrisa que me enamoró y lo revivo a diario para que no se pierda, para no olvidarlo y encerrarlo al alba junto a mi anhelo de volver a encontrarlo. Eres todos los susurros en el viento, los recuerdos en un olor y todos mis silencios en esta cruda existencia.

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